El reglamento del fútbol aprobado por la FIFA y la International Football Board explica en su regla 7 que “el descanso del medio tiempo no deberá exceder de quince minutos”. Esta norma rige en los miles de torneos oficiales que hay alrededor del mundo a nivel masculino, femenino, juvenil, en competencias de clubes o de selecciones. Pero al parecer en la Primera División de Argentina es una parte que se ignora porque los tiempos de descanso están durando alrededor de 25 minutos y la AFA no hace absolutamente nada para que se cumpla lo establecido.
La mayoría culpa a la televisión, que aprovecha la oportunidad para meter más publicidad. Algo de razón hay en esta afirmación que hacen algunos, pero la extensa espera para que comience el segundo tiempo de un partido del fútbol argentino no sólo se da en los partidos que van televisados en vivo, sino que también se da en aquellos que no van en vivo y sólo tienen un resumen en Fútbol de Primera los domingos a la noche.
A fines del año pasado, desde la calle Viamonte hubo un intento de regular la situación de los entretiempos. Fueron citados varios técnicos, entre ellos Ricardo La Volpe, que en ese momento dirigía a Boca Juniors, para que explicaran ante el Tribunal el por qué de las tardanzas, pero nunca se llegó a nada concreto y lo dicho en la oficinas de la casa del fútbol vernáculo se las llevó el viento, como ocurre con otras tantas cosas dichas dentro de los dominios de Julio Grondona.
Los árbitros también tienen su parte de responsabilidad, porque ninguno se anima a que una vez cumplido el plazo estipulado por la regla, tanto del fútbol como de la competencia, se suspenda el partido.
Ya fue dicho en infinidades de ocasiones y por temas más relevantes, pero los que siempre pagan los platos rotos son los hinchas. Al parecer para algunos no es suficiente tener que aguantarse los palos de la policía por que sí, los pungas que nunca faltan, los barrabravas que hacen lo que se les canta, sino que también tener que padecer el agobiante calor del verano, las temperaturas bajo cero del invierno o las lluvias porque un productor de la televisión quiere meter una tanda más o porque a los jugadores quieren descansar un rato más.
La mayoría culpa a la televisión, que aprovecha la oportunidad para meter más publicidad. Algo de razón hay en esta afirmación que hacen algunos, pero la extensa espera para que comience el segundo tiempo de un partido del fútbol argentino no sólo se da en los partidos que van televisados en vivo, sino que también se da en aquellos que no van en vivo y sólo tienen un resumen en Fútbol de Primera los domingos a la noche.
A fines del año pasado, desde la calle Viamonte hubo un intento de regular la situación de los entretiempos. Fueron citados varios técnicos, entre ellos Ricardo La Volpe, que en ese momento dirigía a Boca Juniors, para que explicaran ante el Tribunal el por qué de las tardanzas, pero nunca se llegó a nada concreto y lo dicho en la oficinas de la casa del fútbol vernáculo se las llevó el viento, como ocurre con otras tantas cosas dichas dentro de los dominios de Julio Grondona.
Los árbitros también tienen su parte de responsabilidad, porque ninguno se anima a que una vez cumplido el plazo estipulado por la regla, tanto del fútbol como de la competencia, se suspenda el partido.
Ya fue dicho en infinidades de ocasiones y por temas más relevantes, pero los que siempre pagan los platos rotos son los hinchas. Al parecer para algunos no es suficiente tener que aguantarse los palos de la policía por que sí, los pungas que nunca faltan, los barrabravas que hacen lo que se les canta, sino que también tener que padecer el agobiante calor del verano, las temperaturas bajo cero del invierno o las lluvias porque un productor de la televisión quiere meter una tanda más o porque a los jugadores quieren descansar un rato más.
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