jueves, 29 de marzo de 2007

El zapatazo de Manu

Desde el 2002, la selección argentina de básquet se ha encargado de agregarle más páginas a los libros de historia del deporte argentino. En la lista de grandes logros se puede encontrar a el primer triunfo sobre un equipo de Estados Unidos conformado íntegramente por jugadores NBA, el subcampeonato del mundo en Indianápolis y, por supuesto, la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.
En ese campeonato, hubo un momento que fue clave para ingresar a la acotada lista de ganadores de la medalla de oro. Ocurrió en el debut, cuando el conjunto que en ese momento dirigía Rubén Magnano realizó su presentación en la cita ateniense ante Serbia y Montenegro.
Ese partido tenía un condimento especial ya que dos años atrás ambos conjuntos habían protagonizado una polémica final en el Mundial en la que salieron ganando los serbiomontenegrinos gracias a su mayor experiencia en los momentos claves y a las ayudas arbitrales, que tuvieron su peso en el tiempo suplementario.
Tal como se esperaba, el desarrollo del encuentro fue muy disputado y parejo, pero con una leve ventaja para los campeones del mundo. En los minutos finales, parecía que la cosa se inclinaba nuevamente para los balcánicos, pero Ginóbili y compañía tenían otros planes.
El tiempo expiraba y el marcador estaba empatado en 81 y con dos libres a favor de Serbia y Montenegro. Tomasevic, marra el primero, pero encesta el segundo. Argentina sale con Alejandro Monteccia, que le da un pase largo a Ginóbili que, como reconoció después en todas las entrevistas, lanzó un “zapatazo” que entró en el aro en el mismo momento que la chicharra indicaba el final del partido. Los jugadores y el cuerpo técnico explotaron de alegría y se abalanzaron para festejar con el escolta de San Antonio Spurs. Mientras tanto los europeos intentaban una estéril protesta contra la mesa de control y los árbitros.
Con el devenir del torneo olímpico, fue quedando claro de que para los dos fue un momento de quiebre. Mientras que los argentinos tomaron confianza para alzarse con la primera medalla olímpica, los serbiosmontenegrinos comenzaron una caída libre de la cual todavía no se recuperaron. Afuera en la primera ronda de los Juegos Olímpicos, eliminados en los octavos de final del Eurobasket que organizaron y, como si fuera poco, afuera en la misma instancia en el Mundial de Japón 2006, campeonato al que llegaron gracias a una de las invitaciones que otorgó la Federación Internacional.
Ese comienzo hizo delirar a todo el país, y, además, a Ginóbili le valió el reconocimiento como el deportista del día, según la página oficial de los Juegos Olímpicos de Atenas. En el medio estuvo otro trascendente triunfo ante los Estados Unidos en las semifinales y todo se cerró como empezó: con festejos, gracias al triunfo ante Italia en la final.

lunes, 26 de marzo de 2007

El baile más famoso del deporte

Hay varias razones para sentarse a ver a los All Black. Entre otras, se pueden destacar su importante historia, como juegan y como viven el rugby los neocelandeses. Pero una de las grandes razones es el haka. Este tradicional baile que los maories hacían antes de ir a la guerra, se ha convertido en uno de los grandes momentos del deporte mundial. La primera vez que se tuvo noción de esta añeja tradición en Nueva Zelanda, fue cuando los hombres de negro hicieron la famosa gira por Gran Bretaña en 1905. En la tierra de los inventores del rugby, los oceanicos dieron muestra de que lo suyo en este deporte iba en serio.
Lo que no fue muy tomado en serio fue el haka, ya que había muchos desendientes de britanicos e irlandeses que habían llegado a la segunda isla del Down Under, manera en la que en Gran Bretaña denominan a Australia y a Nueva Zelanda. Aquel primitivo baile antes de los partidos daba cierta gracia e intimida muy poco a sus rivales. Con tiempo, el haka se fue perfeccionando y no sólo impone respeto, sino que también es la combinación perfecta entre show y tradición.
La letra dice algo por el estilo: “¡Muero! ¡Muero! ¡Vivo! ¡Vivo!/¡Muero! ¡Muero! ¡Vivo! ¡Vivo!/Este es el hombre velludo/que fue en busca del Sol y lo hizo brillar de nuevo./¡Un paso hacia arriba!/¡Otro paso hacía arriba!¡Un paso hacia arriba/otro… el Sol brilla!”.
Otras selecciones neocelandesas, como el caso del básquet (los Tall Blacks) o del hockey sobre césped, también utilizan el haka, pero no logran igualar el respeto que imponen los All Blacks antes de cada partido.

miércoles, 21 de marzo de 2007

Un poco de música

Beastie Boys es una de las bandas más influyentes de los últimos años. Este trío le presentó el rap a los blancos, pero no se quedaron en samplers y dj’s, sino que también se colgaron los instrumentos y probaron con distintos ritmos. Pasaron por el punk, el rock y el jazz. Este es el caso del video de abajo, en el cual interpretaran Sabrosa, del disco de 1995 Ill Comunication, un instrumental en donde mezclan el jazz con algo de música latina. Fue grabado en Glasgow el 5 de marzo de 1999, cuando presentaban Hello Nasty. ¡¡¡Espero que les guste!!!

martes, 20 de marzo de 2007

Bobby Fischer: El genio díscolo

El extenso mundo del deporte esta plagado de personajes con historias de vida fascinantes. Las hay alegres, tristes, épicas, emotivas y caóticas. En esta última categoría se podría encuadrar la de Robert James Fischer, más conocido en todo el planeta como Bobby Fischer. La existencia de este ajedrecista que es considerado por muchos como el mejor de todos los tiempos, esta plagada de polémicas, gloria, misteriosas desapariciones y partidas de ajedrez que ocupan un lugar destacado en libros referidos al mundo de los trebejos.
Fisher comenzó a mover sus primeras piezas en el tablero a temprana edad de 6 años en diferentes clubes de Nueva York, ciudad a la que había llegado junto con su madre y su hermana provenientes desde Chicago. Cuando empezó a tomarse esta actividad más en serio, el nacido en una tradicional familia judía y con padres separados no mostraba grandes destrezas, pero su explosión llegaría en la adolescencia, cuando con sólo 16 primaveras y con un coeficiente superior al de Albert Einstein logró las normas necesarias para ser Gran Maestro.
A partir de ese momento, Fischer se convirtió en imbatible y comenzó una carrera directa hacía el estrellato. Los medios más importantes de Estados Unidos comenzaron a darle un espacio mayor al ajedrez como consecuencia de la aparición de este precoz genio. Cada vez que se presentaba en alguna competencia era la máxima atracción, inclusive por encima de jugadores de mayor edad, títulos y experiencia. Gracias a sus magistrales partidas, fue conocido como el Mozart del ajedrez.
La imagen más normal en aquel momento después de cada torneo era ver a Fischer campeón y logrando triunfos aplastantes. Uno de los encuentros más recordados de la carrera del nacido el 9 de marzo de 1943 fue en el campeonato de Estados Unidos de 1956, cuando con negras superó en 41 movidas a Donald Byrne. Este match pasó a los anales del ajedrez y recibió el nombre de La Inmortal del Siglo XX.
Así como en estos días el suizo Roger Federer domina a placer el circuito de tenis, Fischer, de algún modo, hacía lo mismo con el juego-ciencia. El desenlace de los torneos era siempre el mismo: Fischer en lo más alto de las posiciones y con el trofeo en la mano. El peor resultado fue un segundo puesto en Santa Mónica en 1966. Pero a pesar de ser la máxima atracción y el hombre a vencer, el título del mundo se le negaba. Reiteradas peleas con los dirigentes y las innumerables condiciones que colocaba para jugar lo alejaban del logro más importante que puede obtener alguien que se sienta delante del tablero de 64 casillas. Por esos años, el campeón del mundo se dirimía entre los soviéticos, ya que la URSS era por escándalo la potencia por excelencia. Después de décadas de dominio ruso, Fischer se encargo de derrumbarlo.
A principios de la década del 70, para llegar a disputar el match por la corona mundial había que pasar una dura competencia que se denominaba el Torneo de Candidatos. En este certamen participan los mejores 8 del ranking de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) y ganador de este duro certamen que duraba 3 años, tenía derecho a enfrentar al campeón del mundo para destronarlo. A pesar del amplio dominio que tenía Fischer, recién pudo llegar a la pelea por la corona mundial en 1972, que en ese momento estaba en poder del soviético Boris Spassky, uno de los rivales más importantes que tenía el estadounidense. Sin saberlo, los dos rivales se iban a convertir en los protagonistas de uno de los hechos deportivos más trascendentes de la historia.
Todo comenzó cuando Fischer ganó el Torneo de los Candidatos casi sin despeinarse. En primera ronda venció a Mark Taimanov por 6-0, en la siguiente instancia, que tuvo como sede a Buenos Aires, superó al danés Bent Larssen por el mismo resultado y, por último, despachó a Tigran Petrosian, uno de los grandes maestros de todos los tiempos, por 6,5-2,5.
El triunfo de Fischer le generó el primero de los varios dolores de cabeza que iba a tener la FIDE con este match, que era la elección de la sede. Como siempre se enfrentaban dos soviéticos, se elegía una ciudad detrás de la Cortina de Hierro y el asunto estaba terminado. Pero ahora la situación era distinta. Después de muchas ideas y vueltas, el lugar elegido fue Reykiavik, capital de Islandia.
Los pormenores que tuvo este match no entrarían en esta nota ya sería que sería necesario un libro (de hecho hace poco salió uno muy recomendable que llama Bobby Fischer fue a la guerra). Pero, para resumir, Fischer no llegó a tiempo porque a último momento no acepto el dinero que le ofrecían, pero por presiones de su entorno, de la prensa, de la Casa Blanca y de un empresario inglés presidente de la federación de británica que aportó el dinero restante, obligaron al retador hacerse presente en tierras islandesas.
Después de casi dos meses de una cruel guerra psicológica, Fischer se alzó con el título del mundo al imponerse a Spassky por 12,5-8,5. Así rompía la hegemonía y todo parecía indicar que empezaba una nueva era en el juego-ciencia, pero no fue así.
Como rey de los trebejos, Fischer desapareció. No participaba en ningún campeonato y poco era lo que se sabía sobre su paradero. En 1975 debía defender su título ante un joven Anatoly Karpov, pero por sus desavenencias con la FIDE no se presentó a disputar ningún partido y así perdió el título que volvió a suelo socialista. El negarse a presentarse a defender su corona fue el último dato concreto que se tuvo de Fischer, ya que fue como si la tierra lo hubiera tragado.
El ex campeón volvió a dar señales de vida en 1992, cuando en Belgrado, capital de Yugoslavia, se enfrentó en un match revancha no oficial ante Spassky, ahora nacionalizado francés. A Fischer le importó muy poco las sanciones de la ONU que pesaban sobre el país del este de Europa e igualmente se presentó a jugar. Este acto de rebeldía, por llamarlo de alguna manera, le valió un orden de captura internacional por parte del FBI.
Nuevamente, Fischer se esfumó después de vencer a Spasski 10-5. Todo lo que rodeaba a uno de los grandes genios del ajedrez era un misterio para todos, no había ni siquiera una mínima pista de dónde estaba. Fiel a su estilo siempre polémico, Fischer comenzó a dar una serie de entrevistas radiales en medios del sudoeste asiático con la única exigencia de que fueran en vivo. Por lo general, sus respuestas apuntaban a criticar de manera muy dura a George Bush.
Pero el pináculo de sus dichos llegó el 11 de septiembre de 2001. Mientras en Nueva York la Torres Gemelas pasaban a la historia y se cobraban miles de victimas, Fischer estaba dando una nota para una radio tailandesa. Lo que estaba ocurriendo en la ciudad en donde él empezó con el ajedrez fue una gran noticia, ya que se alegró de las informaciones que llegaban desde su país natal. Como era lógico, sus declaraciones causaron un alto grado de indignación en Estados Unidos.
En 2004, Fischer volvió a aparecer. Fue en el aeropuerto de Tokio, en donde fue detenido por poseer un pasaporte vencido. Inmediatamente el Estado estadounidense pidió que lo deportaran, cosa que se cumplió después de muchos tires y aflojes. Fischer pasó uno días detenidos en su país, pero tuvieron que liberarlo porque desde Islandia el gobierno de aquella nación le había otorgado la ciudadanía islandesa. Una vez libre, el ex monarca del ajedrez se fue para la tierras gélidas del norte, en donde se cree que todavía esta.
En la actualidad no se sabe nada de Fischer. Se cree que continúa en Islandia y que tiene una hija, pero nadie lo puede confirmar. El mito dice que es un habitual participante en sitios de Internet en los cuales se pueden jugar partidos de ajedrez online, ya que algunos testigos dicen haber reconocido algunas jugadas características del gran maestro. Más allá de las leyendas o de sus declaraciones explosivas, Bobby Fischer sobre el tablero no dejo dudas de que era un genio increíble.
Foto 1: Momento del histórico enfrentamiento por el título del mundo entre Spassky y Fischer. (http://www.hisnibs.com)
Foto 2: Una de las última imagenes que se conocieron de Fischer. (www.wikipedia.org)
Este video es un informe de ESPN sobre Bobby Fischer en donde se incluyen las declaraciones sobre lo ocurrido el 11 de septiembre de 2001.

lunes, 19 de marzo de 2007

La pelea por el futsal

La organización deportiva a nivel mundial en muchas ocasiones se presenta como una maraña muy difícil de desentrañar. El ejemplo más resonante es el del boxeo, que entre los profesionales cuenta con cuatro entidades de relevancia, otras tantas de segundo orden y, además, existe otra que se encarga de manera exclusiva de regular la actividad en el campo amateur. Pero hay otras tantas divisiones que carecen de difusión. Este es el caso de lo que ocurre con el futsal, juego también conocido como fútbol de salón.
La disputa que se da en esta actividad es desigual ya que ambas partes poseen un poderío económico y una estructura organizativa muy dispar. Por un lado esta una de las entidades deportivas con más preponderancia en todo el planeta, la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), mientras que por el otro esta la débil y recién nacida Asociación Mundial de Futsal (AMF).
Esta versión reducida del fútbol apareció a comienzos de la década del 30 en Uruguay de la mano del argentino Juan Carlos Ceriani. La idea nació luego de que Ceriani observara que los chicos utilizaban canchas de básquet para despuntar el vicio de patear una pelota, ya que casi no había terrenos libres en las calles de Montevideo. Para crear esta nueva actividad, este profesor de educación física de la Asociación Cristiana de Jóvenes (ACJ) tomó elementos del básquet, del handball, del waterpolo y, por supuesto, del fútbol.
Al igual que lo ocurrido con el voley y el básquet, el futsal se empezó a expandir por el resto del continente sudamericano de la mano de la ACJ y ganó muchos adeptos en Brasil y en Argentina. Luego pasó a Europa en donde fue muy bien recibido en lugares como Holanda o Rusia, ya que les permitía a los jugadores continuar en actividad a pesar de las bajas temperaturas que reinan durante el invierno en esos países. El arribo del futsal al Viejo Continente fue el puntapié inicial para llegar a otros lugares del globo.
Ante la notoria expansión del futsal, apareció la obligación de crear de una entidad a nivel internacional para que se encargara de fomentar y regular el deporte porque no existía un reglamento fijo. Esta necesidad fue saciada por los brasileños Joao Latufo y Julián Haranczyk cuando en 1971 crearon la Federación Internacional de Futsal (FIFUSA), con sede en la ciudad de San Pablo.
A lo largo de su corta historia, esta institución adquirió reconocimientos de diferentes entidades deportivas a nivel mundial como, por ejemplo, varios Comités Olímpicos nacionales, pero ninguno con peso dentro del Comité Olímpico Internacional (COI). Esta situación llevó a que la FIFUSA no fuera muy tenida en cuenta dentro del contexto de las federaciones deportivas internacionales y esto, además, dificultó su existencia.
A mediados de la década del 80, la FIFA empezó a fijar su atención en esta nueva variante del fútbol y creó la Comisión de Fútbol 5 para organizar algunos torneos. Pero el nivel de estas competencias eran muy pobres y por esta razón comenzó a presionar a la FIFUSA para que se integrara a sus filas. Según la entidad que en ese momento presidía el brasileño Joao Havelange, “todo lo que es fútbol nos pertenece”. A esta autoritaria posición, desde Brasil retrucaban: “el futsal es un deporte diferente al fútbol”.
Con motivo de la celebración del centenario de la federación holandesa de fútbol, la FIFA organizó en 1989 su primer mundial de futsal que quedó en poder de Brasil. La FIFUSA ya había tenía una competencia similar desde 1982.
Gracias a un poderoso aparato económico y de marketing, la FIFA superó de forma amplia al nivel de juego que se practicaba en la FIFUSA y el futsal adquirió mayor popularidad en todo el mundo, en especial en Brasil, Italia y España, que inmediatamente se destacaron como las grandes potencias. Los mismos países ya se destacaban en FIFUSA.
En reiteradas ocasiones, la FIFA intentó incorporar a la FIFUSA a sus filas para que la división dejara de existir. Inclusive, en varias oportunidades, desde Suiza se afirmó que la FIFUSA se había incorporado a la filas de la entidad nacida en 1904. Pero desde San Pablo se encargaban de contradecir esta afirmación una y otra vez.
Ante la debilidad de FIFUSA, algunos dirigentes cedieron a la presión y cambiaron de bando. Por esta razón, la entidad con sede en Brasil perdió aún más fuerza y su existencia comenzó a pender de un hilo muy fino. El 28 de noviembre de 2002, la FIFUSA dejó de existir porque la situación se hacía insostenible. Pero la mayoría de los dirigentes no dieron el brazo a torcer.
El 1 de diciembre de ese mismo año, esos incansables directivos, más el agregado de algunos nuevos, crearon la AMF, que se encargó de tomar la posta de lo que dejó la desaparecida entidad madre del futsal. Además de cambiar el nombre, abandonaron San Pablo y se instalaron en la ciudad paraguaya de Asunción, pero con los mismos objetivos de siempre: difundir el futsal a pesar de las dificultades.
La FIFA, por su parte, continúa con el desarrollo de una actividad que cada año gana más adeptos en todo el mundo. Con miras hacia el futuro, Josepp Blater y compañía tienen pensado fomentar el futsal entre las mujeres e incorporarlo al Programa Olímpico para que el negocio sea aún más rentable.
Sin dudas, en esta puja la FIFA corre con una ventaja muy amplia a la hora de desarrollar al futsal ya que es una marca registrada en el mundo deportivo y tienen acceso a lugares que la AMF no tiene, pero a pesar de esto desde Paraguay no dejar de pelear por lo que creen que a ellos les pertenece.
Foto 1: Partido entre Brasil y Ucrania en el Mundial de FIFA China Taipei 2004. (FIFA.com)
Foto 2: Partido de la selección argentina bajo las reglas de la AMF. (http://www.fefusamendoza.com)

domingo, 18 de marzo de 2007

Cuando la pelota rompe las fronteras

No todo el fútbol que anda dando vueltas por el planeta esta bajo el ala de los miles de millones de dólares que maneja la FIFA, sino que también existe otro fútbol con escasos recursos y que pasa completamente desapercibido para la gran mayoría de los seguidores del deporte más popular. Se trata de las federaciones no reconocidas por la entidad que dirige el suizo Joseph Blatter. Estos equipos, que no necesariamente son países, están núcleados por la Non FIFA Board (NFB). Esta institución con sede en la ciudad belga de Lieja, intenta darle competencia a los conjuntos olvidados y que buscan ganarse un lugar.
A pesar de que esta asociación nacida el 12 de diciembre de 2003 esta compuesta, hasta el momento, por sólo 22 selecciones, la idea de los directivos es sumar más equipos en el futuro porque potencialmente podrían llegar a ser alrededor de 125 socios. Los miembros de la NFB están separados en tres categorías: afiliado, asociado y provisional.
Algunos de los que forman parte del primer grupo son Groenlandia, Laponia (territorio escandinavo compartido por Suecia, Noruega, Finlandia y Rusia), Malucas del Sur (movimiento independentista de algunas islas indonesias), Occitania (región meridional de Francia que ocupa parte España e Italia), Rom (la nación gitana), Mónaco, Somalilandia (una parte de Somalia que busca la independencia), el sector turco de Chipre, Tibet y Rijeka, ciudad croata que algunos quieren que vuelva a ser italiana.
Entre los asociados, sólo se encuentran Baja Sajonia del Sur (región de Alemania), Saugeais y Sealand que, seguramente, es el caso más increíble de todos. Siendo una plataforma marítima de 500 metros cuadrados abandonada por la marina británica, fue habitada por la familia Bates que la declaró independiente de Gran Bretaña y así se convirtió en la nación más pequeña del mundo, aunque sin reconocimiento alguno, y con menos habitantes: 10. A fines de 2006, fue puesta en venta. Mientras que por el lado de los socios provisionales se pueden hallar, entre otros, a Chechenia, la Isla de Pascua y Sahara Occidental.
Estos territorios se presentan como selecciones nacionales porque consideran que una nación es un conjunto de personas que se sienten parte de un mismo grupo humano debido a que comparten una lengua, religión, tradición y una historia en común.
La NFB deja en claro en el artículo 2 de su estatuto que no busca ser una entidad que compita con la FIFA, sino que su objetivo es darles un espacio a aquellos equipos que en alguna oportunidad pudieran formar parte del seno de la máxima entidad del fútbol mundial. Aunque en la mayoría de los casos parece improbable de que alguno de estos sitios tenga reconocimiento oficial, no pierden la ilusión ya que lugares que internacionalmente no son considerados países como, por ejemplo, las Islas Feroe (pertenecen a Dinamarca) o Nueva Caledonia (territorio francés de ultramar) forman parte de la FIFA.
Mal que les pese a algunos, la cuestión política juega un papel preponderante en esta historia. La mayoría de los equipos aprovechan la oportunidad para mostrar al mundo cual es su realidad. Uno de los varios ejemplos es el del Tibet, un territorio que desde 1959 esta invadido por el ejército chino y desde ese momento esta en lucha permanente por su independencia. Por esta causa, no pueden jugar en territorio tibetano y el plantel esta conformado íntegramente por refugiados en la India. El equipo subsiste gracias al apoyo que le brindan diferentes entidades no gubernamentales y la federación danesa. En el otro extremo están Mónaco, Laponia o Sealand, que simplemente buscan pasarla bien.
Para intentar consolidar las bases de la NFB, los directivos decidieron organizar en 2006 un Mundial, que recibió el nombre de ¡VIVA! World Cup. La sede que se designó para recibir a la primera edición fue la República Turca del Norte de Chipre, una región que dice ser independiente del estado chipriota, pero que sólo es reconocida por Turquía.
Pocos meses antes del comienzo del torneo, surgió una disputa entre la federación chipriota – turca y la NFB por los elevados costos del campeonato. A raíz de este enfrentamiento, la República Turca del Norte de Chipre renunció a la organización del Mundial y montó su propia competencia que denominó con el idílico nombre de Copa ELF, que en francés son la siglas de Egalité (igualdad), Liberté (libertad), Fraternité (fraternidad). El trofeo quedó en poder de los locales que, como no podía ser de otra manera, aprovecharon la oportunidad para dar rienda suelta a toda la simbología independentista existente.
Paralelamente, en Occitania, se desarrollaba la ¡VIVA! World Cup con más ausentes que presentes por cuestiones económicas. Días antes del comienzo, los únicos inscriptos eran Laponia, Mónaco y Camerún Meridional. Pero a último momento, los africanos se sumaron a la extensa lista de equipos que no se iban a presentar por la falta de dinero. Con este panorama poco alentador, la NFB decidió seguir adelante con su particular mundial, que se definió en un solo encuentro entre nórdicos y monegascos.
El título no se quedó en Francia, sino que se fue para las gélidas tierras del norte de Europa gracias a la escandalosa e inapelable goleada de 21 a 1 que los campeones le propinaron a su rival. Para la próxima edición de la ¡VIVA! World Cup en 2008, se designó como sede a Gibraltar, a la que recientemente se le denegó su ingreso a la UEFA. La NFB espera que se puedan solucionar todas las trabas monetarias y llevar adelante una competencia de una manera más seria y profesional. Para esto, intentaran pedirle apoyo a la FIFA.
Alguna vez John Lenon en su canción Imagine imaginó un mundo ideal, en donde no existieran las fronteras. De alguna manera, el fútbol esta logrando lo que el genial Lenon soñó frente a su piano.

Imagen 1: Selección de fútbol del Tibet (http://www.tnsa.info/tnfasen.html)
Imagen 2: Logotipo de la ¡Viva! World Cup (http://en.wikipedia.org/wiki/Image:VWCLogo.jpg)

viernes, 16 de marzo de 2007

Cricket: el deporte olvidado

La Argentina es un país en donde se practican una gran variedad de deportes. Algunos son muy populares y otros son muy convocantes como, por ejemplo, el polo o el golf. Pero existen los que pasan completamente desapercibidos, tanto para los medios de comunicación como para gran parte de los seguidores del deporte. Una de las actividades que vive y se desarrolla en el anonimato absoluto es el cricket.
El deporte nacional de Inglaterra fue en la Argentina la actividad pionera que se encargo de marcarle el camino al fútbol, al rugby, al tenis y al resto de los juegos creados, en su mayoría, en el Reino Unido a mediados del siglo XIX y que en muchos casos fueron adoptados como propios por los argentinos.
Los orígenes del cricket son difusos, pero se cree que en la Edad Media muchos de los reyes que gobernaban en Gran Bretaña eran asiduos practicantes a la hora de buscar un rato de esparcimiento. Los primeros pasos documentados en Inglaterra se dieron en el año 1700, cuando se fundó el Hanbledon Club, que se encargó de unificar las reglas y de llevar las estadístic
as de los encuentros que organizaba.
A pesar de ser la primera institución que se encargó de darle una estructura al cricket, el club desapareció por problemas económicos. La posta la tomó el Marlybone Cricket Club de Londres, entidad fundada en 1784 y que en la actualidad tiene, entre otras funciones, regular el reglamento junto con la International Cricket Council (ICC), cuerpo que gobierna al deporte a nivel mundial.
La llegada del cricket a la Argentina se produjo de la mano de las Invasiones Inglesas de 1806. Aunque sin mucha precisión, se cree que el primer partido se jugó en San Antonio de Areco y enfrentó a un grupo de prisioneros británicos que fueron capturados por las fuerzas criollas.
El Mayor Alexander Gilliespie, uno de los apresados, escribió en su diario: “Los atrasos asestados en La Esquina y otorgado un descanso de unos días, bolsillos llenos y tiempo de sobra revivimos las diversiones nacionales como carreras de caballos y cricket, para el cual siempre llevábamos el material”. A partir de ese momento, comenzaron a organizarse diferentes encuentros informales entre los residentes británicos.
Para 1831, la Argentina era un lugar con más inmigrantes provenientes de Gran Bretaña fuera de la órbita de la Commonwealth. La mayoría eran comerciantes o banqueros que veían al Río de la Plata como un lugar optimo para realizar sus inversiones. Uno de ellos era James Brittain, dueño de una quinta en el actual barrio de Barracas. Allí se desarrollaban encuentros de cricket. Brittain tuvo protagonismo durante la presidencia de Bernardino Rivadavia ya que fue uno de los nueve fundadores del Banco de Buenos Aires, primera institución bancaria argentina.
Luego de uno de los habituales partidos en la estancia de Brittain, se intentó formar un club, pero el proyecto no prosperó y se diluyó. A pesar de que la idea no avanzó, fue el germen para que el 5 de noviembre de 1831 se fundara el Buenos Aires Cricket Club (BACC), la primera institución deportiva de Sudamérica.
Este club se instaló en los bosques de Palermo, en el lugar en donde hoy esta ubicado el Planetario. Ocupó ese espacio hasta que el presidente Juan Domingo Perón decidió no renovarles el alquiler de los terrenos. Para poder continuar con vida, el BACC se fusionó con el Buenos Aires Football Club que, a pesar de su nombre, era un equipo de rugby. De esta manera, adquirió su nombre actual de Buenos Aires Cricket and Rugby Club.
Con el nacimiento del BACC, en el resto de la Argentina empiezan a aparecer clubes de cricket, tanto en el interior como en los suburbios. En este sentido, sobresalieron Córdoba, Rosario, Lomas de Zamora, Quilmes y Flores, que en ese momento no pertenecía a la ciudad de Buenos Aires.
Aquellos primeros clubes eran centros de reunión reservados para los miembros de la comunidad británica. Estas instituciones se mantenían en pie gracias a que sus socios tenían un muy buen pasar económico y, además, “había cierto apoyo del consulado para solventar la actividad cultural”, explica Victor Raffo, autor del libro El origen británico del deporte argentino.
Con el correr de los años, se BACC se convirtió en el centro de reunión predilecto de los subditos de Su Graciosa Majestad. Durante el verano, el campo de juego se usaba para el cricket, mientras que para el resto del año se alquilaba para competencias de atletismo o informales encuentros de fútbol y rugby, deportes que en esa época todavía no podían establecer un reglamente fijo.
A pesar de que había muchos clubes, los argentinos no encontraban atractiva esta actividad. Esta situación cambió en 1877, cuando se fundó el Caballito College Cricket Club, conformado íntegramente por criollos.
Ante la proliferación de equipos, en la temporada 1897/1898 se organizó el primer torneo que quedó en poder de Lomas Athletic. La creación de una competencia fue el primer paso hacía una organización a nivel nacional, hecho que se concretó recién en 1913 con la creación de la Asociación de Cricket Argentino (ACA).
Hasta mediados de la década del 40, el cricket vivió su época de oro porque llegaban jugadores de la liga inglesa y esto permitió que el nivel de juego aumente y que se acercara mucho al que se practicaba en Inglaterra. Con el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, la calidad del juego decayó ya que muchos británicos residentes en la Argentina se enrolaron en el ejército de su país.
Esto fue un duro golpe para el cricket nacional, ya que escaseaban los jugadores y esto hizo que entre 1942 y 1945 no hubiera competencia oficial ni en el certamen de primera división ni en el de segunda, que comenzó en la temporada 1903/1904. A esto, además, hay que sumarle que los argentinos que no eran descendientes de británicos no se vieron atraídos por el deporte y se inclinaron por otros, como el fútbol o el rugby.
Con el título de Club Atlético de San Isidro (CASI) en la temporada 1946/1947 retornó la competencia oficial con el objetivo de recuperar el nivel que había adquirido antes de la Gran Guerra. Pero nada fue igual. La llegada de jugadores ingleses dejó de ser algo frecuente. Además, algunos clubes abandonaron al deporte como el mismo CASI o el iniciador de este movimiento, el BACRC.
Gracias al esfuerzo de jugadores y dirigentes, este deporte, que sirvió de inspiración para los creadores del béisbol en los Estados Unidos, pudo mantenerse co
n vida.
A casi 200 años de su llegada a la Argentina, el cricket a nivel local consta de cinco competencias. Los certámenes de primera y segunda división están acompañados por el Robin Stuart Shield, reservado para los conjuntos de la categoría superior, el Saturday Champions, para los equipos encuadrados dentro del torneo de ascenso, y el Max Challenge, campeonato que tuvo su debut en 2005 y que cuenta con la participación de los ganadores y subcampeones del Saturday Champions y del Robin Stuart Shield. La competencia interna abarca desde mediados de noviembre y finaliza a comienzos de marzo.
En la actualidad, la actividad el ACA no se limita sólo a organizar campeonatos en todo el país y de llevar adelante un programa de desarrollo, sino que también cuenta con un seleccionado nacional, que participa tanto en competencias juveniles como de mayores, sólo a nivel masculino.
Argentina, que debutó de forma oficial en 1868 ante Uruguay, es la máxima potencia en el contexto sudamericano. Desde la creación del torneo continental en 1995, los albicelestes sólo en una ocasión no lograron el título. Fue en 2004 en Chile cuando Guyana salió campeón y los argentinos se ubicaron terceros.
Fuera de Sudamerica, Argentina no esta ubicada entre las grandes potencias como Australia, Inglaterra, Pakistán o India. El seleccionado nacional jamás participó en un Mundial y sus únicas apariciones en campeonatos organizadores por la ICC fueron en 7 de las 8 ediciones del ICC Trophy, torneo reservado para equipos de países emergentes. En este certamen, que se disputa desde 1979, el combinado argentino no tuvo actuaciones relevantes.
A pesar de que la ACA carece de sponsors, económicamente se mantiene gracias al aporte de personas vinculadas con la actividad. Con respecto a la cobertura de los medios se limita al espacio que le dedica el Buenos Aires Herald, diario argentino de la comunidad británica. Así, en silencio, el cricket argentino busca desarrollarse para ganarse un lugar dentro del contexto deportivo.
La Joya de la Corona
Inglaterra tiene la particularidad de tener una cultura que respeta de manera tajante sus tradiciones, por eso no es extraño que el cricket, juego nacional de aquellas tierras, mantenga las costumbres tanto en Argentina como en el resto de los lugares en donde exista este deporte. Dentro del cricket nacional, el acontecimiento más legendario es el encuentro que enfrenta a los combinados del Norte y del Sur. Este cotejo anual se disputa, con algunas interrupciones, desde 1891 y se destaca por ser el evento deportivo más viejo del país.
Cuando se comenzó a jugar al cricket, muchos de los partidos que se disputaban enfrentaban a equipos con nombres ficticios colocados para la ocasión. Estos cotejos servían como excusa para entretener al público que ser reunía para encontrarse con amigos o familiares durante los fines de semana o feriados.
Algunos de los equipos recibían el nombre de Liberales, Conservadores, Campo, Ciudad o simplemente se colocaban los apellidos de los capitanes. La primera vez que se hizo mención a un partido entre Norte y Sur fue en 1869. Este encuentro es considerado como el antecedente inmediato al partido que se estableció de forma definitiva 22 años después.
Así como la mayoría de las reuniones deportivas de aquellos años, la cancha del Buenos Aires Cricket Club (BACC) en Palermo fue la sede de la primera edición oficial de la tradicional disputa. El resultado fue favorable para los norteños, pero con una controversia. Como había muchos jugadores de muy buena calidad, se decidió incluir a los representantes del Rosario Athletic Club en el conjunto sureño, que en la previa se presentaba como el más débil de los dos. Esta decisión molesto a los cricketeros llegados desde Santa Fe, que no pudieron evitar la derrota de su combinado. Para la siguiente edición, integraron la selección norteña.
Como ocurrió con los torneos locales, este tradicional enfrentamiento cayó en un vació en cuanto a su nivel cuando la mayoría de los jugadores ingleses retornó a su tierra para combatir en la Segunda Guerra Mundial. Por esta razón, durante este período se temió que el partido desapareciera.
Además, clubes habituales como el CASI, Atlético del Rosario o el mismo BACC dejaron de la lado la actividad por la falta de interés de sus socios y concentraron toda su atención en el rugby y en el hockey sobre césped. Esto parecía ser una clara señal de que el Norte versus el Sur tenía los días contados.
Durante la década del 70 se observó un leve repunte en el nivel de juego, en especial en el interior. Esto ayudó para que el ya tradicional partido se mantuviera en pie. A partir de ese momento, la
Asociación del Cricket Argentino (ACA) comenzó un intenso trabajo en las divisiones inferiores para que la calidad del juego se incrementara y se aproximara a la que hubo en comienzos del siglo XX.
Con el comienzo de los 90, la ACA estableció el trofeo Donald Forrester al mejor jugador de cada partido conocido como la joya de la corona y que todos los años tiene lugar en una cancha distinta. En 2007, se celebrará por primera vez en club San Albano, como homenaje de los 100 años del Colegio San Albano.
En la actualidad, el conjunto del Norte esta integrado por jugadores del Hurlingham Club, Belgrano Athletic Club y del Colegio San Jorge. Mientras que, por su parte, el representativo del Sur esta conformado por jugadores de Lomas Athletic, San Albano y del Colegio San Jorge de Quilmes.
Como ocurre desde hace más de 110 años, a mediados de marzo volverán a verse las caras el Norte y el Sur para buscar el triunfo.
Imagen 1: Partido de la Selección argentina de Cricket.
Imagen 2: Selección argentina de Cricket año 2006.
Imagen 3: Combinado del Sur de 1973.

Fotos sacadas de la página de la Asociación de Cricket Argentino (ACA)http://www.cricketargentina.com

Rugby y Juegos Olímpicos

La creación del campeonato del mundo en 1987, le permitió al rugby convertirse en uno de los deportes más populares del planeta. A raíz de esto, a veces se hace difícil comprender por qué no esta incluido en los Juegos Olímpicos y si figuran otras actividades que tienen poca convocatoria, como puede ser el caso de la arquería o del badmington. A pesar de los reiterados esfuerzos de la International Rugby Board (IRB) por lograr su inclusión en el Programa Olímpico, aunque más no sea en la modalidad de seven, todavía no se ha podido lograr el cometido.
Si bien en la actualidad no esta dentro de los deportes considerados olímpicos, el rugby sabe lo significa ser parte del evento más importante del mundo. En cuatro ocasiones, los Juegos Olímpicos acogieron al rugby. Sus apariciones fueron en París 1900, Londres 1908, Amberes 1920 y, por última vez, otra vez en la Ciudad Luz en 1924.
De la mano del baron Pierre de Coubertin, creador del Movimiento Olímpico, el rugby estuvo entre los deportes que formaron parte de la segunda edición de los Juegos Olímpicos. De esta manera, junto con el fútbol, se convirtieron en los dos primeros deportes por equipos en formar parte del acontecimiento. Coubertin era un ferviente seguidor del rugby e, inclusive, llegó a dirigir la primera final del campeonato francés en 1892 entre el Racing CF y el Stade Français, que quedó en poder de los primeros por 4 a 3.
La competencia del rugby en París estuvo compuesta por sólo tres equipos: Alemania, Gran Bretaña y, por supuesto, Francia. Los conjuntos participantes no eran selecciones propiamente dichas, sino que eran clubes que actuaban bajo el nombre de los distintos países. Los germanos estaban representados por el Eintracht Frankfurt, los británicos por el Moseley Wanderers y los locales por el Stade Français.

El combinado francés era el amplio favorito para quedarse con el título, en especial por el subcampeonato que había logrado en el certamen local el año anterior. En la cancha, confirmó su superioridad y ganó sus dos encuentros con cierta facilidad. En primera instancia, los locales superaron a los alemanes, que se quedaron con la plata, por 27 a 17 y en su segundo encuentro los dueños de casa se impusieron en el clásico europeo ante los británicos, que finalizaron terceros, con un inapelable 27 a 8. Con el título de Francia, el rugby se despedía momentáneamente de los Juegos Olímpicos para volver 8 años más tarde.
En 1908, la creación de Coubertin retornó a Europa después de la desafortunada presentación en Saint Louis (Estados Unidos) cuatro años atrás. Esta nueva edición significó la consolidación absoluta de los Juegos Olímpicos gracias al buen nivel organizativo que presentaron los londinenses. Entre los deportes que se incluyeron, varios muy practicados por las clases altas, apareció nuevamente el rugby.
La cantidad de participantes fue muy pobre porque se presentaron tan sólo dos equipos. Además de Gran Bretaña, se presentó Australia, que en el momento en que se estaban desarrollando los Juegos Olímpicos se encontraba de gira por el Reino Unido. La medalla de oro se dirimió en un solo partido que fue favorable para los Wallabies por 32 a 3.
Debido a la escasez de equipos, el deporte desapareció del programa olímpico después de Londres y recién retornó a los Juegos Olímpicos en Amberes 1920. En la ciudad belga, que todavía vivía un período de reconstrucción luego de la Primera Guerra Mundial, sólo participaron Estados Unidos y Francia, ya que a último momento desertaron Rumania y Checoslovaquia.
Como había ocurrido en la primera versión del torneo olímpico de rugby, los galos se presentaban como los grandes candidatos, en especial porque ocho de sus jugadores habían vestido la camiseta azul en el torneo de las 5 Naciones, que para ese momento era considerado como el certamen más importante del mundo. Los estadounidenses, por su parte, eran un conjunto de voluntariosos universitarios que tenían como antecedente más relevante una exitosa gira por Canadá el año anterior.
En contra de la que se suponía, el resultado fue un 8 a 0 a favor de Estados Unidos, lo que le permitió ganar prestigio entre el exigente público francés. Ante esta situación, se organizó a las apuradas una gira de cuatro partidos en distintos puntos de Francia. El saldo final de esa serie de encuentros para Estados Unidos fue de tres triunfos ante combinados regionales y una derrota ante la selección local, que se tomó revancha de lo que había sucedió en los Juegos Olímpicos.
A pesar de que este fue el primer título olímpico del rugby estadounidense, dos de los jugadores del equipo ya sabían lo que significaba tener una medalla de oro. Uno era Daniel Brendan Carroll, que formó parte del conjunto australiano que se consagró campeón en 1908. Mientras que el otro era Morris Kirksey, que integró la posta de 4x400 metros que ganó la presea dorada en estos Juegos Olímpicos, además de obtener la plata en los 100 metros.
La última vez que se celebró un torneo olímpico de rugby fue en París 1924. En aquella ocasión, los conjuntos participantes fueron tres: el campeón reinante Estados Unidos, el subcampeón Francia, que buscaba la revancha como local, y Rumania. Por los antecedentes, estaba claro de que la disputa por la medalla de oro se había polarizado entre los franceses y los estadounidenses.
Para volver a lo más alto del podio, los galos armaron un plantel integrado por jugadores internacionales de los cuales dos ya habían estado en Amberes cuatro años atrás. Los campeones, por su parte, arribaron la capital francesa con la base del equipo que se había dado la sorpresa en 1920.
Como era de esperar, tanto Francia como Estados Unidos superaron con facilidad a los rumanos (61 a 3 y 37 a 0, respectivamente) y llegaron a un encuentro definitorio muy caliente en la previa. Días antes del partido, el diario París City Counselo publicó una dura nota en la cual se ponía en duda la calidad de amateurs de los rugbiers visitantes. A esto, además, hay que sumarle el robo que sufrieron los jugadores y la incomodidad de salir a la calle porque eran agredidos por algunos transeúntes cuando los reconocían.
En una calurosa tarde del 18 de mayo, el estadio Colombres estaba colmado. Se calcula que en el recinto había un aforo de entre 35.000 y 40.000 personas que, sin saberlo, iban a ser testigos del último encuentro de la historia del campeonato olímpico de rugby.
Como no podía ser de otra manera, el público esperaba un triunfo de Francia, pero Estados Unidos se encargo de aguar la fiesta. Fue un inapelable 17 a 3 a favor de los visitantes que, nuevamente, se alzaron con la medalla de oro. Los ganadores anotaron 5 tries y anularon todos los sistemas de ataques de los dueños de casa que tuvieron que conformarse otra vez con la plata.

Lejos de los ideales olímpicos que tanto pregonaba Coubertin, el encuentro terminó en escándalo. Una vez finalizado el partido, Gideon Nelson, suplente del conjunto ganador, fue agredido por un hincha francés y comenzó una batalla que dejó como saldo dos personas desmayadas y a varios heridos leves. Además, en el momento de la premiación, el público se burló del himno estadounidense.
El crecimiento de los Juegos Olímpicos con la inclusión de las mujeres, la falta de equipos y la mala imagen que tenía el rugby en el ceno del Comité Olímpico Internacional (COI) por los violentos hechos que ocurrieron en París, fueron factores determinantes para que sea borrado del Programa Olímpico a partir de Ámsterdam 1928.
La IRB hizo gestiones para que el rugby retornara a los Juegos Olímpicos en Moscú 1980, en Seúl 1988 y en Sydney 2000, pero las negociaciones fracasaron. Se estuvo cerca para estar en Londres 2012, pero finalmente el COI decidió bajarle el pulgar. De esta forma, el rugby continúa siendo, según una encuesta del Washington Post, el deporte más popular del mundo que no esta incluido en los Juegos Olímpicos. Quién sabe hasta cuándo el rugby tendrá este extraño privilegio.
El equipo que no fue
Uno de los datos poco conocidos en la centenaria historia del rugby argentino, es que la Unión Argentina (UAR) estuvo muy cerca de enviar una representación a los Juegos Olímpicos de París 1924, edición en la cual hubo por primera vez una delegación nacional oficial.
Cuando el plantel ya había sido conformado y sólo restaban algunos días para emprender el viaje en barco hacia el Viejo Continente, surgieron algunos inconvenientes económicos de última hora que obligó a los dirigentes a cancelar la travesía.
El equipo estaba compuesto por 21 jugadores, de los cuales la mayoría vestían la camiseta negra y blanca del Club Atlético de San Isidro, que por aquellos años era el amplio dominador del campeonato de Buenos Aires. Los otros clubes que también habían aportado jugadores fueron el Club Universitario de Buenos Aires, Belgrano Athletic y el Buenos Aires Cricket and Rugby Club. El plantel elegido había sido: Adolfo Travaglini, Rodríguez Jurado, J. Fisher, Claudio Bincaz, Luis Hughes, Chevaller Boutell, Bilbao La Vieja, Gilderdale, C. Rojí, L. Galíndez, C. Vázquez, O'Farrell, J. de la Barrera, R. Semprún, D. Rawson, R. Acevedo, J. Knox, Rotschild, David Millar, F. Luconi y A. Tessi Seitún.
Imagen 1: Partido entre Francia y USA en Amberes 1920.
Imagen 2: Partido entre Francia y USA en París 1924
Fotos sacadas de wwwrugby-pioneers.blogs.com

Otro ladrillo en la blogosfera

Ahora si soy una persona completa. Ya tengo mail, también tengo un celular con un insoportable ring tong y una luz de un color fluorescente horrible y, para hacerla completa, ahora también tengo un blog. Al parecer, en este mundo globalizado e individualista no contar con alguno de estos elementos (y no ver Gran Hermano) es como ser de otra galaxia. Cuando no vivía atado a un pequeño telefonito, la gente me miraba como si fuera un vulcano cuando decía con cierto orgullo “no tengo celular”. Pero un día mi benemérita madre apareció con uno de esos condenados aparatitos que, entre otras cosas, sirve para hacer llamados. A partir de ese momento, volví a ser observado como una persona de este planeta. Con esa nueva adquisición pensé que mis problemas ya estaban solucionados, pero no, resulta que no, que me faltaba un blog. Ahora todos tienen un blog. Desde el canchero que cuenta sus aventuras sexuales, que en muchas ocasiones poco tienen de reales, hasta una banda que no tiene otra manera de promocionar su música, pasando por gente que no tiene absolutamente nada que decir y sólo se limita a postear pavadas que carecen de sentido y a nadie le importan (tal es mi caso). Una vez tomada la decisión de ser, de una vez por todas, un humano hecho y derecho, comencé a pensar que demonios le iba a meter adentro a mi futuro blog porque, sinceramente, muchas cosas interesantes no tengo para decir de mi vida o, por lo menos, no me imagino a quién le puede interesar lo que suceda en mi existencia, más allá de mi familia, claro esta. Me quemé la cabeza buscando algo original, pero no encontraba nada que me gustara, así que decidí cortar por lo sano. Como es más fácil ver a Ramón Díaz dirigiendo a Boca que conseguir trabajo como periodista deportivo, título que conseguí con mucho esfuerzo en 2006, opte por armar un blog deportivo con mayoría de notas de producción propia, que no necesariamente tendrán que ver la rabiosa actualidad. Seguramente, este humilde blog, que alguna que otra vez se saldrá de lo exclusivamente deportivo, no aportará mucho más y será más de lo mismo, tan sólo otro ladrillo más en el infinito mundo de la blogosferea. ¡¡¡Bienvenidos a mi blog y espero que les guste!!!