No todo el fútbol que anda dando vueltas por el planeta esta bajo el ala de los miles de millones de dólares que maneja la FIFA, sino que también existe otro fútbol con escasos recursos y que pasa completamente desapercibido para la gran mayoría de los seguidores del deporte más popular. Se trata de las federaciones no reconocidas por la entidad que dirige el suizo Joseph Blatter. Estos equipos, que no necesariamente son países, están núcleados por la Non FIFA Board (NFB). Esta institución con sede en la ciudad belga de Lieja, intenta darle competencia a los conjuntos olvidados y que buscan ganarse un lugar.
A pesar de que esta asociación nacida el 12 de diciembre de 2003 esta compuesta, hasta el momento, por sólo 22 selecciones, la idea de los directivos es sumar más equipos en el futuro porque potencialmente podrían llegar a ser alrededor de 125 socios. Los miembros de la NFB están separados en tres categorías: afiliado, asociado y provisional.
Algunos de los que forman parte del primer grupo son Groenlandia, Laponia (territorio escandinavo compartido por Suecia, Noruega, Finlandia y Rusia), Malucas del Sur (movimiento independentista de algunas islas indonesias), Occitania (región meridional de Francia que ocupa parte España e Italia), Rom (la nación gitana), Mónaco, Somalilandia (una parte de Somalia que busca la independencia), el sector turco de Chipre, Tibet y Rijeka, ciudad croata que algunos quieren que vuelva a ser italiana.
A pesar de que esta asociación nacida el 12 de diciembre de 2003 esta compuesta, hasta el momento, por sólo 22 selecciones, la idea de los directivos es sumar más equipos en el futuro porque potencialmente podrían llegar a ser alrededor de 125 socios. Los miembros de la NFB están separados en tres categorías: afiliado, asociado y provisional.
Algunos de los que forman parte del primer grupo son Groenlandia, Laponia (territorio escandinavo compartido por Suecia, Noruega, Finlandia y Rusia), Malucas del Sur (movimiento independentista de algunas islas indonesias), Occitania (región meridional de Francia que ocupa parte España e Italia), Rom (la nación gitana), Mónaco, Somalilandia (una parte de Somalia que busca la independencia), el sector turco de Chipre, Tibet y Rijeka, ciudad croata que algunos quieren que vuelva a ser italiana.
Entre los asociados, sólo se encuentran Baja Sajonia del Sur (región de Alemania), Saugeais y Sealand que, seguramente, es el caso más increíble de todos. Siendo una plataforma marítima de 500 metros cuadrados abandonada por la marina británica, fue habitada por la familia Bates que la declaró independiente de Gran Bretaña y así se convirtió en la nación más pequeña del mundo, aunque sin reconocimiento alguno, y con menos habitantes: 10. A fines de 2006, fue puesta en venta. Mientras que por el lado de los socios provisionales se pueden hallar, entre otros, a Chechenia, la Isla de Pascua y Sahara Occidental.
Estos territorios se presentan como selecciones nacionales porque consideran que una nación es un conjunto de personas que se sienten parte de un mismo grupo humano debido a que comparten una lengua, religión, tradición y una historia en común.
La NFB deja en claro en el artículo 2 de su estatuto que no busca ser una entidad que compita con la FIFA, sino que su objetivo es darles un espacio a aquellos equipos que en alguna oportunidad pudieran formar parte del seno de la máxima entidad del fútbol mundial. Aunque en la mayoría de los casos parece improbable de que alguno de estos sitios tenga reconocimiento oficial, no pierden la ilusión ya que lugares que internacionalmente no son considerados países como, por ejemplo, las Islas Feroe (pertenecen a Dinamarca) o Nueva Caledonia (territorio francés de ultramar) forman parte de la FIFA.
Mal que les pese a algunos, la cuestión política juega un papel preponderante en esta historia. La mayoría de los equipos aprovechan la oportunidad para mostrar al mundo cual es su realidad. Uno de los varios ejemplos es el del Tibet, un territorio que desde 1959 esta invadido por el ejército chino y desde ese momento esta en lucha permanente por su independencia. Por esta causa, no pueden jugar en territorio tibetano y el plantel esta conformado íntegramente por refugiados en la India. El equipo subsiste gracias al apoyo que le brindan diferentes entidades no gubernamentales y la federación danesa. En el otro extremo están Mónaco, Laponia o Sealand, que simplemente buscan pasarla bien.
Para intentar consolidar las bases de la NFB, los directivos decidieron organizar en 2006 un Mundial, que recibió el nombre de ¡VIVA! World Cup. La sede que se designó para recibir a la primera edición fue la República Turca del Norte de Chipre, una región que dice ser independiente del estado chipriota, pero que sólo es reconocida por Turquía.
Pocos meses antes del comienzo del torneo, surgió una disputa entre la federación chipriota – turca y la NFB por los elevados costos del campeonato. A raíz de este enfrentamiento, la República Turca del Norte de Chipre renunció a la organización del Mundial y montó su propia competencia que denominó con el idílico nombre de Copa ELF, que en francés son la siglas de Egalité (igualdad), Liberté (libertad), Fraternité (fraternidad). El trofeo quedó en poder de los locales que, como no podía ser de otra manera, aprovecharon la oportunidad para dar rienda suelta a toda la simbología independentista existente.
Paralelamente, en Occitania, se desarrollaba la ¡VIVA! World Cup con más ausentes que presentes por cuestiones económicas. Días antes del comienzo, los únicos inscriptos eran Laponia, Mónaco y Camerún Meridional. Pero a último momento, los africanos se sumaron a la extensa lista de equipos que no se iban a presentar por la falta de dinero. Con este panorama poco alentador, la NFB decidió seguir adelante con su particular mundial, que se definió en un solo encuentro entre nórdicos y monegascos.
El título no se quedó en Francia, sino que se fue para las gélidas tierras del norte de Europa gracias a la escandalosa e inapelable goleada de 21 a 1 que los campeones le propinaron a su rival. Para la próxima edición de la ¡VIVA! World Cup en 2008, se designó como sede a Gibraltar, a la que recientemente se le denegó su ingreso a la UEFA. La NFB espera que se puedan solucionar todas las trabas monetarias y llevar adelante una competencia de una manera más seria y profesional. Para esto, intentaran pedirle apoyo a la FIFA.
Alguna vez John Lenon en su canción Imagine imaginó un mundo ideal, en donde no existieran las fronteras. De alguna manera, el fútbol esta logrando lo que el genial Lenon soñó frente a su piano.
Estos territorios se presentan como selecciones nacionales porque consideran que una nación es un conjunto de personas que se sienten parte de un mismo grupo humano debido a que comparten una lengua, religión, tradición y una historia en común.
La NFB deja en claro en el artículo 2 de su estatuto que no busca ser una entidad que compita con la FIFA, sino que su objetivo es darles un espacio a aquellos equipos que en alguna oportunidad pudieran formar parte del seno de la máxima entidad del fútbol mundial. Aunque en la mayoría de los casos parece improbable de que alguno de estos sitios tenga reconocimiento oficial, no pierden la ilusión ya que lugares que internacionalmente no son considerados países como, por ejemplo, las Islas Feroe (pertenecen a Dinamarca) o Nueva Caledonia (territorio francés de ultramar) forman parte de la FIFA.
Mal que les pese a algunos, la cuestión política juega un papel preponderante en esta historia. La mayoría de los equipos aprovechan la oportunidad para mostrar al mundo cual es su realidad. Uno de los varios ejemplos es el del Tibet, un territorio que desde 1959 esta invadido por el ejército chino y desde ese momento esta en lucha permanente por su independencia. Por esta causa, no pueden jugar en territorio tibetano y el plantel esta conformado íntegramente por refugiados en la India. El equipo subsiste gracias al apoyo que le brindan diferentes entidades no gubernamentales y la federación danesa. En el otro extremo están Mónaco, Laponia o Sealand, que simplemente buscan pasarla bien.
Para intentar consolidar las bases de la NFB, los directivos decidieron organizar en 2006 un Mundial, que recibió el nombre de ¡VIVA! World Cup. La sede que se designó para recibir a la primera edición fue la República Turca del Norte de Chipre, una región que dice ser independiente del estado chipriota, pero que sólo es reconocida por Turquía.
Pocos meses antes del comienzo del torneo, surgió una disputa entre la federación chipriota – turca y la NFB por los elevados costos del campeonato. A raíz de este enfrentamiento, la República Turca del Norte de Chipre renunció a la organización del Mundial y montó su propia competencia que denominó con el idílico nombre de Copa ELF, que en francés son la siglas de Egalité (igualdad), Liberté (libertad), Fraternité (fraternidad). El trofeo quedó en poder de los locales que, como no podía ser de otra manera, aprovecharon la oportunidad para dar rienda suelta a toda la simbología independentista existente.
Paralelamente, en Occitania, se desarrollaba la ¡VIVA! World Cup con más ausentes que presentes por cuestiones económicas. Días antes del comienzo, los únicos inscriptos eran Laponia, Mónaco y Camerún Meridional. Pero a último momento, los africanos se sumaron a la extensa lista de equipos que no se iban a presentar por la falta de dinero. Con este panorama poco alentador, la NFB decidió seguir adelante con su particular mundial, que se definió en un solo encuentro entre nórdicos y monegascos.
El título no se quedó en Francia, sino que se fue para las gélidas tierras del norte de Europa gracias a la escandalosa e inapelable goleada de 21 a 1 que los campeones le propinaron a su rival. Para la próxima edición de la ¡VIVA! World Cup en 2008, se designó como sede a Gibraltar, a la que recientemente se le denegó su ingreso a la UEFA. La NFB espera que se puedan solucionar todas las trabas monetarias y llevar adelante una competencia de una manera más seria y profesional. Para esto, intentaran pedirle apoyo a la FIFA.
Alguna vez John Lenon en su canción Imagine imaginó un mundo ideal, en donde no existieran las fronteras. De alguna manera, el fútbol esta logrando lo que el genial Lenon soñó frente a su piano.
Imagen 1: Selección de fútbol del Tibet (http://www.tnsa.info/tnfasen.html)
Imagen 2: Logotipo de la ¡Viva! World Cup (http://en.wikipedia.org/wiki/Image:VWCLogo.jpg)
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