La Argentina es un país en donde se practican una gran variedad de deportes. Algunos son muy populares y otros son muy convocantes como, por ejemplo, el polo o el golf. Pero existen los que pasan completamente desapercibidos, tanto para los medios de comunicación como para gran parte de los seguidores del deporte. Una de las actividades que vive y se desarrolla en el anonimato absoluto es el cricket.
El deporte nacional de Inglaterra fue en la Argentina la actividad pionera que se encargo de marcarle el camino al fútbol, al rugby, al tenis y al resto de los juegos creados, en su mayoría, en el Reino Unido a mediados del siglo XIX y que en muchos casos fueron adoptados como propios por los argentinos.
Los orígenes del cricket son difusos, pero se cree que en la Edad Media muchos de los reyes que gobernaban en Gran Bretaña eran asiduos practicantes a la hora de buscar un rato de esparcimiento. Los primeros pasos documentados en Inglaterra se dieron en el año 1700, cuando se fundó el Hanbledon Club, que se encargó de unificar las reglas y de llevar las estadísticas de los encuentros que organizaba.
A pesar de ser la primera institución que se encargó de darle una estructura al cricket, el club desapareció por problemas económicos. La posta la tomó el Marlybone Cricket Club de Londres, entidad fundada en 1784 y que en la actualidad tiene, entre otras funciones, regular el reglamento junto con la International Cricket Council (ICC), cuerpo que gobierna al deporte a nivel mundial.
La llegada del cricket a la Argentina se produjo de la mano de las Invasiones Inglesas de 1806. Aunque sin mucha precisión, se cree que el primer partido se jugó en San Antonio de Areco y enfrentó a un grupo de prisioneros británicos que fueron capturados por las fuerzas criollas.
El Mayor Alexander Gilliespie, uno de los apresados, escribió en su diario: “Los atrasos asestados en La Esquina y otorgado un descanso de unos días, bolsillos llenos y tiempo de sobra revivimos las diversiones nacionales como carreras de caballos y cricket, para el cual siempre llevábamos el material”. A partir de ese momento, comenzaron a organizarse diferentes encuentros informales entre los residentes británicos.
Para 1831, la Argentina era un lugar con más inmigrantes provenientes de Gran Bretaña fuera de la órbita de la Commonwealth. La mayoría eran comerciantes o banqueros que veían al Río de la Plata como un lugar optimo para realizar sus inversiones. Uno de ellos era James Brittain, dueño de una quinta en el actual barrio de Barracas. Allí se desarrollaban encuentros de cricket. Brittain tuvo protagonismo durante la presidencia de Bernardino Rivadavia ya que fue uno de los nueve fundadores del Banco de Buenos Aires, primera institución bancaria argentina.
Luego de uno de los habituales partidos en la estancia de Brittain, se intentó formar un club, pero el proyecto no prosperó y se diluyó. A pesar de que la idea no avanzó, fue el germen para que el 5 de noviembre de 1831 se fundara el Buenos Aires Cricket Club (BACC), la primera institución deportiva de Sudamérica.
Este club se instaló en los bosques de Palermo, en el lugar en donde hoy esta ubicado el Planetario. Ocupó ese espacio hasta que el presidente Juan Domingo Perón decidió no renovarles el alquiler de los terrenos. Para poder continuar con vida, el BACC se fusionó con el Buenos Aires Football Club que, a pesar de su nombre, era un equipo de rugby. De esta manera, adquirió su nombre actual de Buenos Aires Cricket and Rugby Club.
Con el nacimiento del BACC, en el resto de la Argentina empiezan a aparecer clubes de cricket, tanto en el interior como en los suburbios. En este sentido, sobresalieron Córdoba, Rosario, Lomas de Zamora, Quilmes y Flores, que en ese momento no pertenecía a la ciudad de Buenos Aires.
Aquellos primeros clubes eran centros de reunión reservados para los miembros de la comunidad británica. Estas instituciones se mantenían en pie gracias a que sus socios tenían un muy buen pasar económico y, además, “había cierto apoyo del consulado para solventar la actividad cultural”, explica Victor Raffo, autor del libro El origen británico del deporte argentino.
Con el correr de los años, se BACC se convirtió en el centro de reunión predilecto de los subditos de Su Graciosa Majestad. Durante el verano, el campo de juego se usaba para el cricket, mientras que para el resto del año se alquilaba para competencias de atletismo o informales encuentros de fútbol y rugby, deportes que en esa época todavía no podían establecer un reglamente fijo.
A pesar de que había muchos clubes, los argentinos no encontraban atractiva esta actividad. Esta situación cambió en 1877, cuando se fundó el Caballito College Cricket Club, conformado íntegramente por criollos.
Ante la proliferación de equipos, en la temporada 1897/1898 se organizó el primer torneo que quedó en poder de Lomas Athletic. La creación de una competencia fue el primer paso hacía una organización a nivel nacional, hecho que se concretó recién en 1913 con la creación de la Asociación de Cricket Argentino (ACA).
Hasta mediados de la década del 40, el cricket vivió su época de oro porque llegaban jugadores de la liga inglesa y esto permitió que el nivel de juego aumente y que se acercara mucho al que se practicaba en Inglaterra. Con el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, la calidad del juego decayó ya que muchos británicos residentes en la Argentina se enrolaron en el ejército de su país.
Esto fue un duro golpe para el cricket nacional, ya que escaseaban los jugadores y esto hizo que entre 1942 y 1945 no hubiera competencia oficial ni en el certamen de primera división ni en el de segunda, que comenzó en la temporada 1903/1904. A esto, además, hay que sumarle que los argentinos que no eran descendientes de británicos no se vieron atraídos por el deporte y se inclinaron por otros, como el fútbol o el rugby.
Con el título de Club Atlético de San Isidro (CASI) en la temporada 1946/1947 retornó la competencia oficial con el objetivo de recuperar el nivel que había adquirido antes de la Gran Guerra. Pero nada fue igual. La llegada de jugadores ingleses dejó de ser algo frecuente. Además, algunos clubes abandonaron al deporte como el mismo CASI o el iniciador de este movimiento, el BACRC.
Gracias al esfuerzo de jugadores y dirigentes, este deporte, que sirvió de inspiración para los creadores del béisbol en los Estados Unidos, pudo mantenerse con vida.
A casi 200 años de su llegada a la Argentina, el cricket a nivel local consta de cinco competencias. Los certámenes de primera y segunda división están acompañados por el Robin Stuart Shield, reservado para los conjuntos de la categoría superior, el Saturday Champions, para los equipos encuadrados dentro del torneo de ascenso, y el Max Challenge, campeonato que tuvo su debut en 2005 y que cuenta con la participación de los ganadores y subcampeones del Saturday Champions y del Robin Stuart Shield. La competencia interna abarca desde mediados de noviembre y finaliza a comienzos de marzo.
En la actualidad, la actividad el ACA no se limita sólo a organizar campeonatos en todo el país y de llevar adelante un programa de desarrollo, sino que también cuenta con un seleccionado nacional, que participa tanto en competencias juveniles como de mayores, sólo a nivel masculino.
Argentina, que debutó de forma oficial en 1868 ante Uruguay, es la máxima potencia en el contexto sudamericano. Desde la creación del torneo continental en 1995, los albicelestes sólo en una ocasión no lograron el título. Fue en 2004 en Chile cuando Guyana salió campeón y los argentinos se ubicaron terceros.
Fuera de Sudamerica, Argentina no esta ubicada entre las grandes potencias como Australia, Inglaterra, Pakistán o India. El seleccionado nacional jamás participó en un Mundial y sus únicas apariciones en campeonatos organizadores por la ICC fueron en 7 de las 8 ediciones del ICC Trophy, torneo reservado para equipos de países emergentes. En este certamen, que se disputa desde 1979, el combinado argentino no tuvo actuaciones relevantes.
A pesar de que la ACA carece de sponsors, económicamente se mantiene gracias al aporte de personas vinculadas con la actividad. Con respecto a la cobertura de los medios se limita al espacio que le dedica el Buenos Aires Herald, diario argentino de la comunidad británica. Así, en silencio, el cricket argentino busca desarrollarse para ganarse un lugar dentro del contexto deportivo.
La Joya de la Corona
Inglaterra tiene la particularidad de tener una cultura que respeta de manera tajante sus tradiciones, por eso no es extraño que el cricket, juego nacional de aquellas tierras, mantenga las costumbres tanto en Argentina como en el resto de los lugares en donde exista este deporte. Dentro del cricket nacional, el acontecimiento más legendario es el encuentro que enfrenta a los combinados del Norte y del Sur. Este cotejo anual se disputa, con algunas interrupciones, desde 1891 y se destaca por ser el evento deportivo más viejo del país.
Cuando se comenzó a jugar al cricket, muchos de los partidos que se disputaban enfrentaban a equipos con nombres ficticios colocados para la ocasión. Estos cotejos servían como excusa para entretener al público que ser reunía para encontrarse con amigos o familiares durante los fines de semana o feriados.
Algunos de los equipos recibían el nombre de Liberales, Conservadores, Campo, Ciudad o simplemente se colocaban los apellidos de los capitanes. La primera vez que se hizo mención a un partido entre Norte y Sur fue en 1869. Este encuentro es considerado como el antecedente inmediato al partido que se estableció de forma definitiva 22 años después.
Así como la mayoría de las reuniones deportivas de aquellos años, la cancha del Buenos Aires Cricket Club (BACC) en Palermo fue la sede de la primera edición oficial de la tradicional disputa. El resultado fue favorable para los norteños, pero con una controversia. Como había muchos jugadores de muy buena calidad, se decidió incluir a los representantes del Rosario Athletic Club en el conjunto sureño, que en la previa se presentaba como el más débil de los dos. Esta decisión molesto a los cricketeros llegados desde Santa Fe, que no pudieron evitar la derrota de su combinado. Para la siguiente edición, integraron la selección norteña.
Como ocurrió con los torneos locales, este tradicional enfrentamiento cayó en un vació en cuanto a su nivel cuando la mayoría de los jugadores ingleses retornó a su tierra para combatir en la Segunda Guerra Mundial. Por esta razón, durante este período se temió que el partido desapareciera.
Además, clubes habituales como el CASI, Atlético del Rosario o el mismo BACC dejaron de la lado la actividad por la falta de interés de sus socios y concentraron toda su atención en el rugby y en el hockey sobre césped. Esto parecía ser una clara señal de que el Norte versus el Sur tenía los días contados.
Durante la década del 70 se observó un leve repunte en el nivel de juego, en especial en el interior. Esto ayudó para que el ya tradicional partido se mantuviera en pie. A partir de ese momento, la Asociación del Cricket Argentino (ACA) comenzó un intenso trabajo en las divisiones inferiores para que la calidad del juego se incrementara y se aproximara a la que hubo en comienzos del siglo XX.
Con el comienzo de los 90, la ACA estableció el trofeo Donald Forrester al mejor jugador de cada partido conocido como la joya de la corona y que todos los años tiene lugar en una cancha distinta. En 2007, se celebrará por primera vez en club San Albano, como homenaje de los 100 años del Colegio San Albano.
En la actualidad, el conjunto del Norte esta integrado por jugadores del Hurlingham Club, Belgrano Athletic Club y del Colegio San Jorge. Mientras que, por su parte, el representativo del Sur esta conformado por jugadores de Lomas Athletic, San Albano y del Colegio San Jorge de Quilmes.
Como ocurre desde hace más de 110 años, a mediados de marzo volverán a verse las caras el Norte y el Sur para buscar el triunfo.
El deporte nacional de Inglaterra fue en la Argentina la actividad pionera que se encargo de marcarle el camino al fútbol, al rugby, al tenis y al resto de los juegos creados, en su mayoría, en el Reino Unido a mediados del siglo XIX y que en muchos casos fueron adoptados como propios por los argentinos.
Los orígenes del cricket son difusos, pero se cree que en la Edad Media muchos de los reyes que gobernaban en Gran Bretaña eran asiduos practicantes a la hora de buscar un rato de esparcimiento. Los primeros pasos documentados en Inglaterra se dieron en el año 1700, cuando se fundó el Hanbledon Club, que se encargó de unificar las reglas y de llevar las estadísticas de los encuentros que organizaba.
A pesar de ser la primera institución que se encargó de darle una estructura al cricket, el club desapareció por problemas económicos. La posta la tomó el Marlybone Cricket Club de Londres, entidad fundada en 1784 y que en la actualidad tiene, entre otras funciones, regular el reglamento junto con la International Cricket Council (ICC), cuerpo que gobierna al deporte a nivel mundial.
La llegada del cricket a la Argentina se produjo de la mano de las Invasiones Inglesas de 1806. Aunque sin mucha precisión, se cree que el primer partido se jugó en San Antonio de Areco y enfrentó a un grupo de prisioneros británicos que fueron capturados por las fuerzas criollas.
El Mayor Alexander Gilliespie, uno de los apresados, escribió en su diario: “Los atrasos asestados en La Esquina y otorgado un descanso de unos días, bolsillos llenos y tiempo de sobra revivimos las diversiones nacionales como carreras de caballos y cricket, para el cual siempre llevábamos el material”. A partir de ese momento, comenzaron a organizarse diferentes encuentros informales entre los residentes británicos.
Para 1831, la Argentina era un lugar con más inmigrantes provenientes de Gran Bretaña fuera de la órbita de la Commonwealth. La mayoría eran comerciantes o banqueros que veían al Río de la Plata como un lugar optimo para realizar sus inversiones. Uno de ellos era James Brittain, dueño de una quinta en el actual barrio de Barracas. Allí se desarrollaban encuentros de cricket. Brittain tuvo protagonismo durante la presidencia de Bernardino Rivadavia ya que fue uno de los nueve fundadores del Banco de Buenos Aires, primera institución bancaria argentina.
Luego de uno de los habituales partidos en la estancia de Brittain, se intentó formar un club, pero el proyecto no prosperó y se diluyó. A pesar de que la idea no avanzó, fue el germen para que el 5 de noviembre de 1831 se fundara el Buenos Aires Cricket Club (BACC), la primera institución deportiva de Sudamérica.
Este club se instaló en los bosques de Palermo, en el lugar en donde hoy esta ubicado el Planetario. Ocupó ese espacio hasta que el presidente Juan Domingo Perón decidió no renovarles el alquiler de los terrenos. Para poder continuar con vida, el BACC se fusionó con el Buenos Aires Football Club que, a pesar de su nombre, era un equipo de rugby. De esta manera, adquirió su nombre actual de Buenos Aires Cricket and Rugby Club.
Con el nacimiento del BACC, en el resto de la Argentina empiezan a aparecer clubes de cricket, tanto en el interior como en los suburbios. En este sentido, sobresalieron Córdoba, Rosario, Lomas de Zamora, Quilmes y Flores, que en ese momento no pertenecía a la ciudad de Buenos Aires.
Aquellos primeros clubes eran centros de reunión reservados para los miembros de la comunidad británica. Estas instituciones se mantenían en pie gracias a que sus socios tenían un muy buen pasar económico y, además, “había cierto apoyo del consulado para solventar la actividad cultural”, explica Victor Raffo, autor del libro El origen británico del deporte argentino.
Con el correr de los años, se BACC se convirtió en el centro de reunión predilecto de los subditos de Su Graciosa Majestad. Durante el verano, el campo de juego se usaba para el cricket, mientras que para el resto del año se alquilaba para competencias de atletismo o informales encuentros de fútbol y rugby, deportes que en esa época todavía no podían establecer un reglamente fijo.
A pesar de que había muchos clubes, los argentinos no encontraban atractiva esta actividad. Esta situación cambió en 1877, cuando se fundó el Caballito College Cricket Club, conformado íntegramente por criollos.
Ante la proliferación de equipos, en la temporada 1897/1898 se organizó el primer torneo que quedó en poder de Lomas Athletic. La creación de una competencia fue el primer paso hacía una organización a nivel nacional, hecho que se concretó recién en 1913 con la creación de la Asociación de Cricket Argentino (ACA).
Hasta mediados de la década del 40, el cricket vivió su época de oro porque llegaban jugadores de la liga inglesa y esto permitió que el nivel de juego aumente y que se acercara mucho al que se practicaba en Inglaterra. Con el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, la calidad del juego decayó ya que muchos británicos residentes en la Argentina se enrolaron en el ejército de su país.
Esto fue un duro golpe para el cricket nacional, ya que escaseaban los jugadores y esto hizo que entre 1942 y 1945 no hubiera competencia oficial ni en el certamen de primera división ni en el de segunda, que comenzó en la temporada 1903/1904. A esto, además, hay que sumarle que los argentinos que no eran descendientes de británicos no se vieron atraídos por el deporte y se inclinaron por otros, como el fútbol o el rugby.
Con el título de Club Atlético de San Isidro (CASI) en la temporada 1946/1947 retornó la competencia oficial con el objetivo de recuperar el nivel que había adquirido antes de la Gran Guerra. Pero nada fue igual. La llegada de jugadores ingleses dejó de ser algo frecuente. Además, algunos clubes abandonaron al deporte como el mismo CASI o el iniciador de este movimiento, el BACRC.
Gracias al esfuerzo de jugadores y dirigentes, este deporte, que sirvió de inspiración para los creadores del béisbol en los Estados Unidos, pudo mantenerse con vida.
A casi 200 años de su llegada a la Argentina, el cricket a nivel local consta de cinco competencias. Los certámenes de primera y segunda división están acompañados por el Robin Stuart Shield, reservado para los conjuntos de la categoría superior, el Saturday Champions, para los equipos encuadrados dentro del torneo de ascenso, y el Max Challenge, campeonato que tuvo su debut en 2005 y que cuenta con la participación de los ganadores y subcampeones del Saturday Champions y del Robin Stuart Shield. La competencia interna abarca desde mediados de noviembre y finaliza a comienzos de marzo.
En la actualidad, la actividad el ACA no se limita sólo a organizar campeonatos en todo el país y de llevar adelante un programa de desarrollo, sino que también cuenta con un seleccionado nacional, que participa tanto en competencias juveniles como de mayores, sólo a nivel masculino.
Argentina, que debutó de forma oficial en 1868 ante Uruguay, es la máxima potencia en el contexto sudamericano. Desde la creación del torneo continental en 1995, los albicelestes sólo en una ocasión no lograron el título. Fue en 2004 en Chile cuando Guyana salió campeón y los argentinos se ubicaron terceros.
Fuera de Sudamerica, Argentina no esta ubicada entre las grandes potencias como Australia, Inglaterra, Pakistán o India. El seleccionado nacional jamás participó en un Mundial y sus únicas apariciones en campeonatos organizadores por la ICC fueron en 7 de las 8 ediciones del ICC Trophy, torneo reservado para equipos de países emergentes. En este certamen, que se disputa desde 1979, el combinado argentino no tuvo actuaciones relevantes.
A pesar de que la ACA carece de sponsors, económicamente se mantiene gracias al aporte de personas vinculadas con la actividad. Con respecto a la cobertura de los medios se limita al espacio que le dedica el Buenos Aires Herald, diario argentino de la comunidad británica. Así, en silencio, el cricket argentino busca desarrollarse para ganarse un lugar dentro del contexto deportivo.
La Joya de la Corona
Inglaterra tiene la particularidad de tener una cultura que respeta de manera tajante sus tradiciones, por eso no es extraño que el cricket, juego nacional de aquellas tierras, mantenga las costumbres tanto en Argentina como en el resto de los lugares en donde exista este deporte. Dentro del cricket nacional, el acontecimiento más legendario es el encuentro que enfrenta a los combinados del Norte y del Sur. Este cotejo anual se disputa, con algunas interrupciones, desde 1891 y se destaca por ser el evento deportivo más viejo del país.
Cuando se comenzó a jugar al cricket, muchos de los partidos que se disputaban enfrentaban a equipos con nombres ficticios colocados para la ocasión. Estos cotejos servían como excusa para entretener al público que ser reunía para encontrarse con amigos o familiares durante los fines de semana o feriados.
Algunos de los equipos recibían el nombre de Liberales, Conservadores, Campo, Ciudad o simplemente se colocaban los apellidos de los capitanes. La primera vez que se hizo mención a un partido entre Norte y Sur fue en 1869. Este encuentro es considerado como el antecedente inmediato al partido que se estableció de forma definitiva 22 años después.
Así como la mayoría de las reuniones deportivas de aquellos años, la cancha del Buenos Aires Cricket Club (BACC) en Palermo fue la sede de la primera edición oficial de la tradicional disputa. El resultado fue favorable para los norteños, pero con una controversia. Como había muchos jugadores de muy buena calidad, se decidió incluir a los representantes del Rosario Athletic Club en el conjunto sureño, que en la previa se presentaba como el más débil de los dos. Esta decisión molesto a los cricketeros llegados desde Santa Fe, que no pudieron evitar la derrota de su combinado. Para la siguiente edición, integraron la selección norteña.
Como ocurrió con los torneos locales, este tradicional enfrentamiento cayó en un vació en cuanto a su nivel cuando la mayoría de los jugadores ingleses retornó a su tierra para combatir en la Segunda Guerra Mundial. Por esta razón, durante este período se temió que el partido desapareciera.
Además, clubes habituales como el CASI, Atlético del Rosario o el mismo BACC dejaron de la lado la actividad por la falta de interés de sus socios y concentraron toda su atención en el rugby y en el hockey sobre césped. Esto parecía ser una clara señal de que el Norte versus el Sur tenía los días contados.
Durante la década del 70 se observó un leve repunte en el nivel de juego, en especial en el interior. Esto ayudó para que el ya tradicional partido se mantuviera en pie. A partir de ese momento, la Asociación del Cricket Argentino (ACA) comenzó un intenso trabajo en las divisiones inferiores para que la calidad del juego se incrementara y se aproximara a la que hubo en comienzos del siglo XX.
Con el comienzo de los 90, la ACA estableció el trofeo Donald Forrester al mejor jugador de cada partido conocido como la joya de la corona y que todos los años tiene lugar en una cancha distinta. En 2007, se celebrará por primera vez en club San Albano, como homenaje de los 100 años del Colegio San Albano.
En la actualidad, el conjunto del Norte esta integrado por jugadores del Hurlingham Club, Belgrano Athletic Club y del Colegio San Jorge. Mientras que, por su parte, el representativo del Sur esta conformado por jugadores de Lomas Athletic, San Albano y del Colegio San Jorge de Quilmes.
Como ocurre desde hace más de 110 años, a mediados de marzo volverán a verse las caras el Norte y el Sur para buscar el triunfo.
Imagen 1: Partido de la Selección argentina de Cricket.
Imagen 2: Selección argentina de Cricket año 2006.
Imagen 3: Combinado del Sur de 1973.
Fotos sacadas de la página de la Asociación de Cricket Argentino (ACA)http://www.cricketargentina.com
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