Cada vez más seguido, el súper profesionalismo da muestras de que todo no está tan limpio como en ocasiones se quiere mostrar en la superficie. Las millonarias sumas de dinero, que a veces parecerían tener una procedencia por lo menos dudosa, que maneja este rentable negocio que es el deporte hacen que todo lo idílico que lo rodea desde sus orígenes se vaya al tacho. Los innumerables y frecuentes casos de doping en el ciclismo y en el atletismo, las sospechas de apuestas ilegales en el tenis por parte de jugadores y de árbitros en la NBA, esta última con investigación del FBI incluida, y los casos de espionaje en la Fórmula 1, son sólo algunas de las situaciones oscuras que marcaron el 2007.
El handball, que no es una isla, también mostró su lado espurio con un confuso partido que Kuwait le ganó a Corea del Sur 28-20 en la apertura del Preolímpico masculino asiático. A raíz de esto, explotó una crisis que obligó a que la Federación Internacional (IHF) tomara la inédita decisión de volver a disputar los clasificatorios para Beijing 2008, tanto para los hombres como para las mujeres.
A principios de septiembre, la ciudad japonesa de Toyota recibió el certamen que otorgaba 1 plaza para los Juegos Olímpicos que se avecinan. La mayoría de las crónicas de ese partido inaugural afirman que el arbitraje de la inexperta dupla jordana compuesta por Jaafar Alshobaki y Nasr Hirzallah fue escandalosamente favorable para los kuwaitíes. La imparcialidad alcanzó niveles tan altos que el ruso Alexander Kozhukov, delegado de la IHF, paró varias veces el desarrollo para advertirles a los jueces que pitarán con ecuanimidad. Lo más llamativo fue que originalmente la experimentada pareja alemana Frank Leme/Bernd Ullrich había sido la designada, pero 3 horas antes del inicio del choque fueron dejados de lado sin demasiadas explicaciones y reemplazados por los polémicos jueces.
Con el correr del torneo, ese triunfo de Kuwait se convirtió en clave y la selección de Medio Oriente consiguió el boleto directo a la capital china.
Ni lerdo ni pereso, el Comité Olímpico de Corea del Sur envió el video al Comité Olímpico Internacional (COI), ya que dicha entidad tiene derecho a intervenir en las clasificaciones a los Juegos Olímpicos. Una vez comprobados los hechos, desde Lausanne inmediatamente intimaron a la IHF para que repitiera ese partido bajo amenaza de que el handball sería eliminado del Programa Olímpico en el futuro, lo que implicaría no sólo perder el elemento de difusión más importante de la actividad, sino también que la máxima entidad rectora dejaría de percibir el dinero que le corresponde a cada federación internacional por participar en el evento multideportivo más trascendente del planeta.
Al igual que lo había hecho con la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) antes de Atenas 2004 por no querer firmar el acuerdo con la Agencia Mundial Anti-Doping (AMA), el COI puso contra las cuerdas a la IHF.
La postura tomada por el COI esta alineada con la política que encaró Jacques Rogge desde su llegada a la presidencia. Cuando el belga asumió el cargo, el Movimiento Olímpico se había visto manchado por los casos de soborno en el que se vieron involucrados algunos directivos para favorecer a Salt Lake City (Estados Unidos) en la elección de la sede de los Juegos Olímpicos de invierno de 2002. El coronario fue la temprana salida como mandamás del otrora miembro de la dictadura franquista Juan Antonio Samaranch. Es por eso que Rogge esta tratando de darle al Olímpismo la mayor transparencia posible.
Durante la celebración del último Mundial femenino en Francia, el Consejo de la IHF, bajo presión, tomó la decisión de volver todo a foja cero y dispuso que los preolímpicos masculino y femenino de Asía se jugaran otra vez al considerar que hubo irregularidades en ambas competencias. “Lo peor que podría haber pasado era que la mayoría votara en contra de la reprogramación”, afirmó al sitio de Internet danés tv2.dk Tor Lian, presidente de la Federación Europea. En tanto, Hassan Moustafa, mandatario de la IHF, dijo para salir del paso que “tomamos una conclusión positiva para el deporte”.
Las últimas informaciones que llegan desde Suiza indican que la reprogramación de los preolímpicos se hará en terreno neutral. A pesar de que la Federación Asiática (FAH) ya hizo saber su rechazo, la responsabilidad caerá en poder de Rumania, que entre el 28 de enero y el 3 de febrero organizará tanto la versión masculina como la femenina. Los hombres jugarán en Bucarest y las mujeres en Oradea. Al principio, Japón se presentó como candidato a recibir ambas competencias y la entidad continental propuso a China, pero finalmente ambas posibilidades fueron denegadas.
De toda esta crisis, Moustafa quedó en el medio y esto puede traerle consecuencias negativas en el futuro. Según el semanario alemán Spiegel, el egipcio recibió el 12 de julio último un fax del sheik Ahmed Al-Fahd Al-Sabbah, presidente de la FAH y jefe de la agencia de seguridad interior de Kuwait, en el cual expresaba su enojo porque al Preolímpico de Toyota la IHF iba a enviar “no sólo observadores, sino también delegados y árbitros”.
La revista, además, agrega que en el texto enviado por el dirigente asiático acusa a Moustafa de no cumplir con su palabra. En la reproducción completa del fax publicada en Spiegel, el kuwaití expresa que “me prometiste personalmente que las clasificaciones continentales estarían bajo el ala de las federaciones continentales”. En caso de que esta promesa sea cierta, entra en conflicto directo con la reglamentación del COI, que indica que las clasificaciones a los Juegos Olímpicos son competencia exclusiva de las entidades internacionales.
Dentro de toda esta cuestión, uno de los personajes claves es Al-Sabbah, señalado por los surcoreanos como gran responsable. El sheik tiene un extenso y muy variado curriculum, en el cual el handball brilla por su ausencia. Es miembro del COI desde 1992, fue presidente del Comité Olímpico Kuwaití, actualmente dirige los destinos del Comité Olímpico Asiático y fue incluido dentro de una llamativa lista realizada por la agencia de noticias kuwaití como una de las 25 personalidades más influyentes del Movimiento Olímpico. También conforma las comisiones de Solidaridad Olímpica y de Relaciones Internaciones, que, entro otras cosas, a veces sirven nada más que para entregar cargos ficticios.
Por fuera del Olímpismo, Al-Sabbah supo ostentar dos cargos gubernamentales muy relevantes como el de de Ministro de Energía, que se encarga, nada más y nada menos, de manejar el petróleo, y luego asumió como Ministro de Información, hasta que en 2006 tomó el poder de su actual cargo en la agencia de seguridad interior. Como si todo esto fuera poco, posee el rango de mayor en el ejército de su país.
Ya con la decisión tomada, habrá que ver cómo queda la relación entre la IHF y la FAH, un aliado estratégico para el crecimiento del handball, ya que en este continente se encuentran las asociaciones nacionales de Medio Oriente, que aportan los siempre deseados petrodólares, y China, un mercado en expansión cada vez más atractivo para todo el deporte mundial. Toda parece indicar que el tema va para largo.
El gran desafió que tiene por delante la dirigencia mundial es ver de que manera limpia la imagen del handball, que con esta escandalosa situación quedó muy sucia.
Nota publicada en Superhandball
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